Cuento de fantasía para niños

Era una vez una princesa llamada Elisa, quien vivía en un pequeño reino en la cima de una montaña. El reino era tan alto que los miembros de la familia real podían ver la luna y las estrellas desde la ventana de su castillo. Elisa era una princesa muy alegre y amigable, siempre saludaba a todos los que encontraba con una sonrisa en su cara.

Un día, mientras Elisa estaba paseando por el bosque cercano al castillo, se encontró con una pequeña hada que volaba entre los árboles. Elisa quedó maravillada por la hada, y cuando se acercó para hablar con ella, la hada la miró con sus grandes ojos y le dijo: "¡Hola princesa Elisa! Mi nombre es Azurina, y soy una hada que vive en el bosque. ¿Quieres venir conmigo a mi casa para una taza de té?".

Elisa asintió con entusiasmo, y Azurina la llevó hasta una cabaña encantada en el corazón del bosque. Mientras bebían su té, Azurina le contó a la princesa sobre los secretos mágicos del bosque. Y desde ese día, Elisa fue a visitar a Azurina todas las semanas para aprender más sobre la magia del bosque.

A medida que pasaban los días, Elisa se sentía más feliz y conectada con la naturaleza. Azurina le enseñó a Elisa a encontrar la magia dentro de sí misma, y a usar su poder para ayudar a los demás. Un día, Azurina le dijo a Elisa que era hora de que ella volviera a su reino y compartiera su magia con todos los que la rodean.

Elisa regresó a su reino con una comprensión mucho mayor de la magia y la belleza de la naturaleza. Y desde entonces, el reino de Elisa se ha convertido en un lugar más alegre y amigable, donde la magia fluye por todas partes.

Así es como Elisa, la princesa del reino de la montaña, descubrió la magia de la naturaleza y la compartió con todos los que la rodeaban.