Cuento de la Bella durmiente
El Cuento de la Bella Durmiente es uno de los cuentos de hadas más famosos de todos los tiempos. Esta historia de amor y de superación, es una de las favoritas de padres y niños por igual. Esta tierna historia trata de una princesa que fue maldecida por una malvada hechicera. La princesa se ve obligada a dormir durante cien años hasta que un príncipe real aparece para despertarla con un beso. La historia es una advertencia de los peligros de la vanidad y la presunción, así como una inspiradora lección de amor y perseverancia.
Esta simbólica historia de la Bella Durmiente fue contada por primera vez en el siglo XVI por una escritora italiana llamada Giambattista Basile. Esta historia se ha contado una y otra vez en todo el mundo desde entonces, adaptándose a través de los tiempos con cada generación. Esta versión de la Bella
La Bella Durmiente
Había una vez una hermosa princesa llamada Aurora. Sus padres, el Rey y la Reina, la querían mucho y la cuidaban con todo su amor.
Cuando Aurora cumplió 16 años, el Rey y la Reina decidieron celebrar su cumpleaños con un gran baile. Invitaron a todos los reyes y reinas de los alrededores, así como a los duendes y hadas del bosque.
Todos los invitados se encontraban en el castillo para celebrar el cumpleaños de Aurora. La princesa estaba feliz. Se puso un hermoso vestido y bailó con todos sus invitados hasta que cayó la noche. Mientras bailaba, una hada se acercó a ella.
- ¡Feliz cumpleaños, Princesa Aurora! -dijo la hada.
- ¡Muchas gracias! -respondió Aurora.
- Te he traído un regalo -dijo la hada.
La hada sacó una pequeña caja de oro y se la entregó a la princesa.
- ¿Qué es esto? -preguntó Aurora.
- Abrelo y verás -respondió la hada.
La princesa abrió la caja y dentro había una preciosa rosa roja.
- Esta rosa es mágica -dijo la hada. -Si la tocas, te quedarás dormida durante cien años.
Aurora se quedó sorprendida pero aceptó el regalo. Sin saberlo, la hada en realidad era una bruja malvada que quería vengarse de los padres de Aurora por no permitirle asistir al baile.
La princesa se acercó a la rosa y, al tocarla, comenzó a sentirse muy cansada.
- ¡No! -gritó la princesa al ver que se estaba quedando dormida.
Pero era demasiado tarde: la princesa se había quedado dormida.
Los padres de la princesa estaban devastados. Para evitar que otros la encontraran, construyeron un castillo alrededor de ella. El rey ordenó que se colocara una gran estatua de un dragón frente al castillo para evitar que nadie entrase.
Mientras tanto, el reino fue sumergiéndose en el olvido durante los siguientes cien años.
Pero, un día, un príncipe pasó por el reino. Vio la estatua del dragón y se dio cuenta de que se trataba de un castillo encantado. El príncipe se acercó al castillo y, al entrar, vio a la hermosa princesa durmiendo en una cama.
El príncipe se acercó a la princesa y comenzó a besarla.
Al instante, la princesa despertó.
- ¿Quién eres? -preguntó Aurora sorprendida.
- Soy tu príncipe -dijo el príncipe.
Y así fue cómo el amor de un príncipe rompió el hechizo de la Bella Durmiente.
Los padres de Aurora se alegraron mucho al ver que su hija estaba viva y saludable. El príncipe y la princesa se casaron y vivieron felices para siempre.
Moraleja: La sabiduría y la prudencia son fundamental para alcanzar la felicidad.
Espero que hayas disfrutado este cuento. ¡Hasta la próxima!
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