Cuento de Rapunzel

Había una vez una hermosa y joven princesa llamada Rapunzel. Vivía en una torre en un bosque remoto con su madre, una misteriosa bruja. Desde que era una niña, Rapunzel había sido encerrada dentro de la torre, y su madre le había prohibido salir.

Sin embargo, Rapunzel no podía evitar sentirse atraída por el mundo más allá de la torre, y para satisfacer su curiosidad, ella pasaba las tardes cantando desde la ventana de la torre.Su hermosa voz se escuchaba desde todos los rincones del bosque, y despertaba la atención de los ciervos, zorros y otros animales que vivían cerca.

Había una vez una princesa llamada Rapunzel, hija de un rey y una reina. Su cabello era tan largo y tan dorado como el sol de la mañana. Desde que nació, sus padres siempre la amaron y la cuidaron mucho.

Un día, mientras los padres de Rapunzel estaban de viaje, una anciana malvada se presentó en el castillo. Se presentó como Bruja Gothel, y les dijo a los padres que ella podía cuidar mejor a Rapunzel que ellos. Después de mucha negociación, los padres de Rapunzel aceptaron y permitieron la bruja Gothel llevarse a su hija.

La bruja llevó a Rapunzel a una torre lejana, donde vivió por muchos años. La bruja cuidaba de Rapunzel como si fuera su propia hija, pero también la encerraba en la torre para que nadie pudiera verla. La bruja le decía que sólo ella podía cuidarla, y que no debía hablar con nadie.

Un día, mientras la bruja no estaba, un príncipe pasó por el bosque. El príncipe escuchó una hermosa voz y fue a investigar. Cuando llegó a la torre, vio a Rapunzel. Sus cabellos dorados brillaban bajo el sol. El príncipe se enamoró al instante.

Rapunzel se sorprendió al ver al príncipe, y le explicó la situación. El príncipe se ofreció a ayudarla a escapar de la torre. Él le dijo que sería su príncipe, y que juntos podrían vivir felices para siempre. Rapunzel aceptó, y el príncipe la ayudó a escapar.

Mientras huían, la bruja Gothel los vio y comenzó a perseguirlos. Ella los persiguió durante días, hasta que llegaron a la frontera del reino. La bruja no pudo entrar al reino, y la pareja se quedó libre.

Rapunzel y el príncipe se casaron y vivieron felices para siempre. Su cabello dorado brillaba al sol, como un recordatorio de las aventuras que habían vivido juntos. Y así, la leyenda de Rapunzel se convirtió en una historia que se contaba de generación en generación.

Moraleja: La confianza en uno mismo es la clave para tener éxito.

¡Espero que hayas disfrutado mi cuento! ¡Hasta pronto!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir