Cuento del Flautista de Hamelin
Hace mucho, mucho tiempo, en un pueblo alejado de todo, estaba el pequeño pueblo de Hamelin. Las calles estaban llenas de vida y alegría, y los habitantes eran felices y disfrutaban de la vida. Sin embargo, el pueblo tenía un gran problema que los afectaba a todos; una plaga de ratas que corrían por todas partes, causando estragos en la cosecha y haciendo la vida de los habitantes aún más difícil.
Un día, un misterioso flautista apareció en el pueblo. Se ofreció a ayudar a los habitantes a librarse de las ratas, a cambio de una recompensa. Los habitantes aceptaron la oferta, y el flautista comenzó a tocar su flauta. Las ratas salieron de sus escondites y siguieron al flautista hasta el río, donde desaparecieron para siempre. Los habitantes de Hamelin estaban eternamente agradecidos al flautista.
El Flautista de Hamelin
Había una vez un flautista llamado Jonathan, que vivía en la pintoresca ciudad de Hamelin. Cada mañana, Jonathan se levantaba temprano para recorrer la ciudad con su flauta. La gente de Hamelin lo amaba tanto que, cada vez que tocaba su flauta, todos los habitantes se detenían para escuchar su música.
Un día, Jonathan decidió que quería viajar por el mundo para compartir su música con otros. Así que organizó una reunión con los habitantes de Hamelin para anunciar su partida.
"¡Amigos míos! ¡Quiero anunciarles que me voy de viaje! Voy a visitar todas partes de este mundo para compartir mi música con todos ustedes. ¡Espero poder volver algún día!", dijo Jonathan.
Los habitantes de Hamelin estuvieron tristes al oír la noticia, pero Jonathan les prometió que regresaría pronto. Entonces, Jonathan se despidió de sus amigos y se fue.
Durante su viaje, Jonathan recorrió muchos lugares y tocó su flauta para los habitantes de cada lugar. El sonido de su flauta era tan hermoso que todos quedaban embelesados al escucharlo.
Un día, Jonathan llegó a una pequeña ciudad en la montaña. Estaba muy cansado, así que decidió descansar un rato antes de seguir su camino. Mientras descansaba, Jonathan dejó su flauta sobre una roca cerca del camino.
Después de un rato, Jonathan se dio cuenta de que su flauta había desaparecido. Estaba muy preocupado porque sabía que sin su flauta no podría seguir viajando. Entonces, decidió regresar a Hamelin para ver si sus amigos podrían ayudarlo.
Cuando Jonathan llegó a Hamelin, descubrió que todos los niños de la ciudad habían desaparecido. Los padres estaban muy preocupados y contaron a Jonathan que habían visto a un extraño hombre con una flauta en la mano caminando por la montaña.
Jonathan supo inmediatamente que ese hombre era él mismo. Había dejado su flauta sobre una roca y una misteriosa criatura se la había robado. Esta criatura había usado la música de Jonathan para hechizar a todos los niños de la ciudad y llevárselos.
Jonathan sabía que tenía que hacer algo para salvar a los niños. Entonces, se fue a la montaña y con su flauta, comenzó a tocar la hermosa melodía que había tocado antes.
Los niños se deshicieron del hechizo de la criatura y regresaron a Hamelin. Los padres estaban muy felices al ver a sus hijos sanos y saludables.
Jonathan, por su parte, se quedó en Hamelin para siempre. Cada día, tocaba su flauta para los habitantes de la ciudad, recordándoles que siempre hay esperanza en la oscuridad.
Moraleja: Nunca pierdas la esperanza, siempre hay una solución para cada problema.
Espero que hayas disfrutado leyendo este cuento. ¡Hasta pronto!
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